Armengaud Guerlain ha defendido a un actor líder del mercado de las mermeladas en un litigio de competencia desleal y parasitaria.
Los códigos visuales y el acondicionamiento de sus productos habían sido copiados por un competidor, aprovechándose éste último del desarrollo de sus propios productos.
Aprovechando su experiencia en materia de competencia desleal y parasitaria, Armengaud Guerlain obtuvo la condena de dicho competidor y una prohibición de comercialización de los productos en litigio.